¡POR FIN! LOS CONSEJOS QUE NECESITAS PARA SABER CÓMO REDUCIR LA LISTA DE INVITADOS
Si los invitados que llevan hasta ahorita rebasan por mucho su presupuesto, la lista requiere sí o sí de una depuración. ¿Ya llevan varias y el número no baja?, ¿no saben a quiénes quitar? Tomen nota de estas estrategias que les ayudarán para que su revisión sea más efectiva.
Si su mamá quiere invitar a las vecinas para que vean a su hermosa hija en el gran día, no se angustien. Sus papás entenderán que no es posible invitar a todos los que quisieran.
Si obtener la versión final de la lista de invitados se vuelve un dolor de cabeza, ¡es momento de actuar! ¿Necesitan seguir recortando la lista, pero les cuesta tomar decisiones? Apliquen estos consejos y conseguirán reducir el total del número de invitados.
La primera regla de oro: antes de agregar invitados a la lista, deben definir el presupuesto y también saber la capacidad del espacio en dónde será la boda. No es lo mismo una boda de 50 personas que un bodorrio de 200, ¿no?
Ahora les presentamos el truco de las tres canastas: Imagínense que van al súper y ponen a todos los invitados en tres canastas diferentes:
Imprescindibles: ahí van los papás, hermanos, amigos más íntimos, abuelos; esto equivaldría a la proteína de una dieta.
Descartables: en esta canasta irían primos lejanos, uno que otro compañero de trabajo… son como los dulces y chocolates, que se antojan mucho, pero hay que consumirlos en su justa medida porque tienen muchas calorías y engordan la lista de invitados.
Alternativas: en esta canasta van los invitados que los hacen dudar y cuya invitación va a depender si las otras dos canastas se llenaron o no, aquí tenemos a las pizzas, papitas… que no son ni imprescindibles ni 100% saludables, pero que ricos son, por eso no los dejamos de lado totalmente.
Listo, ya conocen las tres canastas, ahora hay que ver quien se queda fuero y quiénes dentro.
Reglas definitivas para hacer la lista de invitados
Dos son compañía, tres son multitud: esta regla significa que solo los novios deberán decidir quien sí y quien no, y, sobre todo, hay que negociar. El diálogo y la comprensión son los mejores ingredientes de esta receta.
La regla del año: si dudan entre invitar o no a alguien, pregúntense “¿Vi a esta persona el último año?”, si su respuesta es “sí”, al ponen en una cesta, si la respuesta es “no”, ni la ponen en las cestas.
La del “no lo conozco”: si mientras están haciendo la lista alguno de los dos dice esta frase, es muy probable que esa persona tenga que ir a la canasta de alternativas. ¡El día de su boda no es el mejor para descubrir nuevos sabores!
La del “¿lo seguiría viendo?”: esta regla está pensada sobre todo para compañeros de trabajo, pero también aplica para vecinos.
¿Crees que si algún día cambies de trabajo o te cambies te casa esa persona seguirán siendo amigos? Si la respuesta es “sí” a la segunda canasta, si la respuesta es “no” tu jefe tendrá que ver tu boda en sus stories.
Si su boda es para 120 personas y tiene 140 en total: lo que tendrían que hacer es un análisis:
Los imprescindibles ya no se tocan: ni se agregan ni se quitan
Tendrían que ver entre los descartables y los alternativos quienes se quedan en la lista final.
Y recuerden: disfruten de su boda, pero también de planearla ¡esa es la fórmula mágica para que todo salga bien!
