Van Gogh decía: “Si realmente amas a la naturaleza, encontrarás belleza en todas partes” y es que realmente la naturaleza es la mayor muestra de belleza en el mundo con todas sus formas y colores, no por nada es que quienes la amamos, buscamos siempre la manera de ponernos en contacto con ella en cualquier oportunidad.

Son su belleza y sus enigmas, las más poderosas razones que han llevado a artistas, poetas, filósofos y demás fieles a crear odas y tributos por su existencia, han tratado de imitarla y plasmar un poco de ella en sus propias versiones.

Con el paso del tiempo, ha sido cada vez más evidente los estragos que está provocando la explotación del medio ambiente y ello es lo que ha dado pie a un cambio climático inminente que pone en peligro nuestra preciada naturaleza e incluso nuestra vida, por eso ante esta triste situación mundial, además de sumarnos con acciones que aporten y disminuyan al impacto ambiental, podemos encontrar que las plantas son la mejor opción para contribuir al cambio climático y de paso poner un toque más que especial a cada rincón.

Respecto a este hecho, actualmente ha cobrado fuerza la tendencia por la Biofilia, sobre todo dentro del interiorismo. Actualmente muchos despachos y estudios de arquitectura y diseño cuentan con paisajistas y expertos en botánica dentro de su equipo, lo cual vuelve aún más sofisticado y acertado el hecho de combinar el arte de lo visual con la naturaleza.

Sin embargo, no necesitas ser decorador, interiorista o arquitecto para poder añadir a tu espacio un toque fresco y natural. Por ejemplo, la NASA lanzó desde 1989 el “Clean Air Study” en conjunto con la Associated Landscape Contractors of America (ALCA), un estudio en el que dio a conocer algunas de las especies de plantas que más absorben dióxido de carbono, lo cual significa aire limpio. Este estudio permitió mostrar que las plantas de interior pueden realizar una limpieza natural del aire en espacios cerrados, eliminando agentes tóxicos y ayudando de este modo a reducir los efectos del Síndrome del edificio enfermo, así como contribuyendo a la calidad del aire en donde se encuentran y por ende, creando atmósferas más saludables para quienes lo habitan, ¿increíble, no?

Muchas veces, existen quienes consideran que no son buenos para tener plantas en casa, pero a decir verdad, es algo muy sencillo, basta con saber que tipo de planta es y con ello conocer aspectos muy sencillos: Riego (cantidad de agua que necesita) y si es de luz o sombra (si puede estar en interior o exterior). Además de que resulta agradable ver nuestros espacios llenos de vida, también llega a ser casi terapéutico tenerlas y cuidarlas, ya que producen sensación de relajación, paz y tranquilidad.

Una de las mayores bondades de la naturaleza es que tiene mil formas y colores, así que solo bastará que elijas una para ponerla en una preciosa maceta y la coloques en el espacio adecuado. No olvides añadir más elementos como decorativos para crear combinaciones únicas, lo cual sin duda es un plus.

Ahora que conoces algunas de las ventajas de tener naturaleza dentro y fuera de casa, ¿qué estás esperando para comenzar a inundar tu ambiente con más y más vida?